Nuestros mayores
Según la OMS, se considera persona mayor o anciana a todo aquel grupo de población mayor a 65 años. Debido a los grandes avances en medicina, la tasa de mortalidad ha ido aumentando y a día de hoy las personas dentro de este rango de edad gozan de una salud excelente en su gran mayoría, pero es fundamental que la medicina preventiva contribuya a la promoción de la autonomía a medida que la población envejece.
Un profesional fundamental dentro de esta tarea es el fisioterapeuta. Existe una gran necesidad de concienciación en toda la población, desde niños hasta ancianos, sobre la importancia del autocuidado y de la vida activa. El sedentarismo sigue siendo uno de los grandes problemas en nuestra sociedad, llegando a ser factor de riesgo para muchas enfermedades, como la obesidad, diabetes, hipertensión e incluso cáncer.
El fisioterapeuta es aquel profesional de la salud que se encarga de abordar las patologías desde un punto de vida físico, consiguiendo este objetivo a través de la aplicación de medios externos, siempre en conjunto con las pautas médicas. Este papel es fundamental en nuestros mayores, ya que la tendencia al sedentarismo es mayor en ellos porque las patologías músculo esqueléticas, debido a la disminución de calidad de los tejidos, es mayor.
¿Qué objetivos podemos conseguir a través de la fisioterapia en gerontología?
● Fomentar la salud y realizar una educación en hábitos.
● Prevenir los problemas degenerativos.
● Potenciar las capacidades residuales.
● Tratar específicamente las secuelas y lesiones ya existentes.
¿Qué beneficios obtenemos del trabajo de movilidad y la promoción de la autonomía?
● Recuperar la función y actividad perdida.
● Mejorar la calidad de vida (sedestación, bipedestación y marcha).
● Mejorar la coordinación.
● Fomentar el ejercicio en grupo. Mejorar la amplitud respiratoria.
● Trabajar la higiene postural.
● Disminuir el riesgo de caídas.