Juan es un hombre de 45 años. Llegó a la consulta de fisioterapia con dolor en la parte mas baja de la misma, el cual le apareció tras levantar una pesada caja una tarde de mudanza. Tras una consulta con su traumatólogo, éste fue diagnosticado de lumbalgia, pero…
¿Qué es realmente la lumbalgia?
La lumbalgia (también llamada ciática, lumbago…) se define según la Cooperación Europea de Ciencia y Tecnología como “aquellas sensaciones dolorosas o no confortables, localizadas por debajo de la 12ª costilla y por arriba de los glúteos, que pueden irradiarse hacia uno o ambos miembros inferiores”¹.
Es decir, según esta definición la lumbalgia es simplemente un síntoma, algo que percibimos que esta provocado por otro problema subyacente, el cual puede tener causas diversas.
Este dolor de espalda como muchos sabréis, no solo perjudica el bienestar físico, sino también el mental y social, ya que la persona que lo padece experimenta un descenso considerable de la calidad de vida que anteriormente tenía².
Este problema es mucho mas frecuente de lo que pensamos ya que 9 de cada 10 personas tendrá dolor lumbar en algún momento; sin embargo, es posible que ese evento se resuelva y no vuelva a presentarse³.
Muchos pacientes acuden a consulta con la siguiente duda; ¿porqué a mi amigo, familiar, compañero de trabajo…no le duele si tiene lo mismo que yo? Debemos tener en cuenta, que los enfermos con lumbalgia no pueden ser clasificados solamente en base los hallazgos encontrados en los rayos X o la resonancia magnética, ya que los síntomas de cada paciente dependen de la posición y de la actividad que realice cada uno4.
La mayoría de los episodios agudos (de aparición repentina y con menos de 4 semanas de tiempo de evolución) de lumbalgia inespecífica (que no tiene una causa aparente) se deben inicialmente al mal funcionamiento de la musculatura y posteriormente a un mecanismo neurológico, el cual desencadena y mantiene el dolor, la contractura muscular y la inflamación.
Cuando nos encontramos frente a un caso crónico (un dolor de mas de 3 meses de duración) se suman los problemas musculares y psicosociales, los cuales contribuirán a empeorar la patología y dificultarán la recuperación. La falta de actividad física provocará una perdida de coordinación y potencia muscular, viniendo la atrofia de la mano de los mismos. Esto provocará el empeoramiento de los síntomas, dando lugar al miedo al movimiento que terminará cerrando el circulo vicioso. Finalmente aparecen de forma inevitable los pensamientos catastróficos y las actitudes pasivas, llegando incluso a culpar a terceros de dicho mal5.
Esto se contradice con lo que comúnmente se piensa, ya que en caso de una lumbalgia inespecífica (que no tiene causa aparente tras estudio) el reposo esta contraindicado, debido a que debilita y atrofia la musculatura de la espalda, dejando a esta zona sin soporte alguno6.
Por ello, la mejor recomendación es mantener el mayor grado de actividad física que el dolor permita, y si en algún caso es necesario el reposo en cama, éste debe ser lo más breve posible y durar un máximo de 2 días, ya que se estima que cada día de reposo encama conlleva una pérdida del 2 % de la potencia muscular5.
Bibliografía
- Airaksinen, JI. Brox , C Cedraschi , J. Hildebrandt, J. Klaber- Moffett , F. Kovacs et al. European guidelines for the management of chronic nonspecific low back pain. Eur Spine J 2006;15:S192–S300.
- World Health Organization. Health Promotion WHO Press. Suiza. 1998:3.
- Covarrubias-Gómez. Lumbalgia:Un problema de salud pública. Clínica del dolor Vol. 33. Supl. 1, Abril-Junio 2010 pp S106-S109
- Gómez-Conesa, S. Valbuena Moya. Lumbalgia Cronica Y Discapacidad Laboral. Fisioterapia 27(5), 255-265, 2005
- Kovacs. Manejo clínico de la lumbalgia inespecífica. Semergen. 2002; 28: 1-3.
- Pérez Guisado. Contribución al estudio de la lumbalgia inespecífica Rev Cubana Ortop Traumatol 2006;20(2) Facultad de Medicina de Córdoba Córdoba, España