Como ya hemos hablado en artículos anteriores, la lumbalgia es la presencia de dolor en la región lumbar, entendiendo ésta como la zona mas baja de la espalda (donde comienzan los glúteos).
En nuestros días, a raíz del aumento de los problemas físicos, han surgido además de multitud de tratamientos clínicos, farmacológicos… gran cantidad de prácticas físicas, a modo de terapia, encaminadas a reducir, tratar o simplemente evitar problemas de salud y mejorar así la calidad de vida de los sujetos. Algunos ejemplos de este tipo de prácticas son el yoga, el Pilates, tai-chi, reiki, chi kung…
Entre los más demandados en la actualidad se encuentra el Pilates pero… ¿Cuáles son realmente las bases del mismo?, ¿qué beneficios nos aporta que no pueda proporcionarnos la medicación o el reposo?
Ante todo, debemos dejar claro que la práctica de Pilates es coadyuvante al tratamiento médico, el cual en caso de patología debe estar guiado por personal de la salud cualificado (fisioterapeutas, licenciados en actividad fisica y deporte…) y siempre bajo la supervisión de un médico traumatólogo, quien autorice la actividad asegurando que el paciente se encuentra en condiciones optimas para realizarlo.
El Pilates plantea sus objetivos encaminándolos a la mejora de la postura, de la condición física y de la salud en general y particularmente, a la mejora de algunas zonas o patologías, como pueden ser los problemas posturales o los desequilibrios musculares a nivel de la columna.
¿EJERCICIO O REPOSO?
Varios estudios, evidencian que los efectos del ejercicio físico representan más un beneficio que un riesgo en relación a los problemas de la zona baja de la columna vertebral, por lo que el ejercicio sería una herramienta útil para mejorar las dolencias de esta zona. Se recomienda la realización de actividad física puesto que se ha demostrado que nos ayuda a retomar las actividades cotidianas de una forma más eficaz, rápida, fácil y económica. En cambio, el reposo se ha visto que no es recomendable o debería de ser lo más breve posible, puesto que pueden aparecer factores de riesgo como la pérdida de fuerza y la atrofia muscular, las cuales retrasan la recuperación y agravan la dolencia.
¿QUÉ ES PILATES?
El método Pilates es un tipo de entrenamiento global basado en el control físico y mental. Sus principales objetivos son fortalecer y estirar la musculatura, equilibrar y controlar los movimientos corporales durante la ejecución de los ejercicios, buscando la transferencia de dicho control a las actividades cotidianas.
Las características más destacadas del Pilates son:
- Trabajo del cuerpo y la mente como una unidad.
- Importancia de la Conciencia corporal, la cual se adquiere por un trabajo de autopercepción y de control postural, que desarrollan los órganos propioceptivos.
- El control detallado de la respiración para el fortalecimiento del core y la mejor oxigenación del cuerpo.
- Trabajo de core, quizá el aspecto más trascendental del Pilates, el cual estará encaminado a la mejora de los músculos estabilizadores del tronco, buscando su tonificación. Para ello será importante la calidad de ejecución y el control postural lo que facilitará la reeducación postural, además provocará una descompresión articular disminuyendo la erosión y el estrés óseo.
- El hecho de que el dolor lumbar disminuya esta relacionado con el trabajo muscular. El músculo transverso del abdomen, se encuentra en la parte anterior del cuerpo y actúa como “faja anatómica”, dando sostén y equilibrando todas las fuerzas que se unen en este punto corporal, evitando así el aumento de la curva lumbar. Este aumento de la curva, provoca una alteración en la distribución de cargas, sobresolicitando la musculatura y provocando dolor.
¿CÓMO REALIZARLO?
Los principales ejercicios que se deben trabajar son aquellos que aumenten la fuerza, resistencia y flexibilidad de los músculos del área central del tronco y a poder ser realizarlos de forma frecuente y durante un periodo largo de tiempo. Para conseguir una practica efectiva, como hemos mencionado anteriormente, lo ideal seria dejarnos en manos de un profesional con formación en patologías y en Pilates. En este punto entra en juego la figura del fisioterapeuta.
Una rutina de 2 horas a la semana, en un periodo de 5 meses seria una práctica efectiva para la disminución del dolor.
Además de las mejoras físicas, esta implicación activa ayuda también a la reducción de los niveles de ansiedad y de síntomas depresivos a consecuencia de dicho dolor lumbar. Es principal tener una actitud activa frente a la patología ya que esta sencilla practica puede proporcionar grandes mejoras.
Bibliografía
- Dolores Moreno Antequera, Isabel María Bueno García, José María Muñoz Manzaneda Educar a través del deporte: Mito o Realidad, 173, 2016
- Daniel Cuesta Mateos ,José Antonio Robles Tascón .Mejora De La Condición Física Mediante Un Programa De Pilates Terapéutico En Personas Con Y Sin
- Melina Breccio, “Eficacia Del Método Pilates Como Tratamiento En La Lumbalgia Crónica” Departamento De Metodología De La Investigación. Universidad Fasta – Facultad De Ciencias De La Salud. Licenciatura En Kinesiología.
- Soriano, M. L. (2011). El Método Pilates Como Coadyuvante En El Tratamiento De Las Lumbalgias. International Journal Of Sport Sciences, 1(2), 129-142.