Es muy frecuente en consulta la llegada de un paciente que aquejado de un dolor (ya sea cervical, dorsal o lumbar), acude a nosotros portando una prueba de imagen, normalmente una resonancia magnética. Las lesiones sobre las que vamos a hablar en este artículo son las más frecuentes entre otras muchas, pero crean dudas entre los pacientes sobre sus diferencias, sintomatología y lo que se debe o no realizar.
¿Qué es un disco intervertebral?
La columna vertebral esta formada por 26 huesos, llamados vértebras, las cuales le dan soporte al tronco y a su vez protegen la medula espinal, fundamental para la vida, la cual corre por su cavidad central.
Para separar cada una de ellas, aparece una estructura que llamaremos disco intervertebral el cual, como su propio nombre indica, tiene forma ovalada y esta relleno de un liquido gelatinoso.
Esta textura proporciona amortiguación a los impactos que pueda sufrir la columna y además, en su parte más externa cuenta con un anillo fibroso que lo refuerza.
Los discos intervertebrales permiten la flexibilidad de la columna y actúan como amortiguadores durante las actividades diarias tales como caminar, correr y saltar.
¿Qué diferencia hay entre una hernia y una protusión?
¡Es muy fácil!
Una protusión discal consiste en el abombamiento de la “envuelta fibrosa” que rodea el disco intervertebral, mientras que una hernia discal consiste en la salida de parte del núcleo que anteriormente llamábamos gelatinoso, a través de una fisura en la “envuelta fibrosa” del disco.
Si tengo una lesión discal, ¿por qué me duele en otro sitio?
A causa de una lesión o distensión, el disco puede romperse, dando lugar a una presión o inflamación sobre el nervio raquídeo con el que se relaciona. Esto puede llevar a que se presente dolor, entumecimiento o debilidad, muy característicos de las lumbalgias.
La parte baja (región lumbar) de la columna es el área más comúnmente afectada por una hernia de disco. Los discos del cuello (cervicales) están en la segunda área más comúnmente afectada. Los discos de la espalda alta y media (torácicos) muy pocas veces están comprometidos.
Una hernia discal es una causa de radiculopatía. Esta es una enfermedad que afecta las raíces nerviosas de la columna. Dichas raíces nerviosas parten de un punto central de la medula, para llegar a las partes más distales de las extremidades, por lo que, una vez afecto dicho segmento, todo su recorrido puede verse afectado, pudiendo llegar a provocar síntomas en zonas lejanas a la lesión.
¿Debo quedarme en la cama, o moverme?
Ante todo es fundamental consultar con su fisioterapeuta para que le paute el tratamiento y las pautas correctas.
En el lumbago común el reposo en cama (acostado boca arriba sobre una superficie firme, con las caderas y rodillas dobladas) debe limitarse a los primeros momentos con dolor intenso al moverse, generalmente entre dos y cuatro días. No es eficaz permanecer en cama durante mucho más tiempo, y sin embargo se sabe que es beneficioso para los pacientes mantenerse activos: mejoran más rápido los síntomas y disminuye el riesgo de que se haga crónico.
Aplicar calor moderado en la zona puede ayudar a mejorar la incomodidad y el dolor, pero no es indispensable en el tratamiento. Puede hacerse en forma de duchas calientes o un paño caliente, con cuidado para no provocar quemaduras en la piel.