En mi primer día de carrera uno de nuestros profesores preguntó:
– ¿Cuántos de vosotros habéis decidido estudiar fisioterapia para ser el que atienda a Cristiano Ronaldo?”
Absolutamente todos levantamos la mano. El día de nuestra graduación de cuarto curso, durante su discurso de despedida, volvió a realizar la misma pregunta, pero en esta ocasión, nadie la levantó.
El fisioterapeuta es el encargado de devolver a los pacientes el bienestar físico tras una lesión, incluyendo dentro de lo posible la prevención de que esto no vuelva a pasar, utilizando medios físicos e idealmente en trabajo multidisciplinar con los profesionales de la salud que, según la patología del paciente, sean necesarios. Erróneamente la mayoría de la población tiende a pensar que esto se aplica solamente a lesiones musculares o de las articulaciones, cuando el campo es mucho mas amplio.
Debido a la crisis que nos acontece, el fisioterapeuta ha demostrado su papel fundamental en un campo desconocido como es la fisioterapia respiratoria. Debido a la gran crisis que la enfermedad COVID-19 ha provocado, se ha demostrado que es fundamental el trabajo de estos en la UCI, así como su utilidad también en la recuperación de los pacientes una vez que les han dado el alta.
Ya conocida por todos aquellos pacientes que sufren de fibrosis quística, este tipo de fisioterapia se hace fundamental para disminuir la obstrucción y el aumento de resistencia de la vía aérea, mejorar el trabajo respiratorio y la mala oxigenación provocada por la patología. A menudo la fisioterapia respiratoria se combina con otros tratamientos para facilitar el resultado deseado. Se incluyen gafas nasales de oxigenoterapia y nebulizaciones, por lo que se necesita la atención de un médico y un fisioterapeuta especializado de forma conjunta2.
¿En qué tipo de pacientes se recomienda y qué beneficios tiene?
La Fisioterapia Respiratoria en los adultos facilita la movilización y expectoración de secreciones, mejorando la ventilación pulmonar y la oxigenación. Previene complicaciones tras cirugías toraco-abdominales como las atelectasias. Mejora la disnea y la capacidad de ejercicio en pacientes crónicos y evita las reinfecciones e ingresos hospitalarios tan frecuentes en este colectivo. En resumen, aporta calidad de vida restaurando o manteniendo una función respiratoria óptima2.
También las bronquiectasias son susceptibles de tratamiento, ya sean por inmunodeficiencias, problemas de discinesia ciliar o atelectasias crónicas. El transplante pulmonar, las neumonías o el asma crónico también hacen candidatos a los pacientes, asegurando la eliminación de secreciones, mejorando la capacidad pulmonar y aumentando progresivamente la adaptación al ejercicio1.
En niños, la Fisioterapia Respiratoria infantil ayuda al drenaje de secreciones, mejorando la ventilación pulmonar y evitando complicaciones como las atelectasias y las neumonías. El cambio en los síntomas es claro: mejora la alimentación, el sueño y disminuye la tos, es decir, mejora la calidad de vida del niño y de la familia2.
En toda enfermedad respiratoria que curse con aumento de secreciones provocando tos, dificultad respiratoria, problemas secundarios en la alimentación y el sueño, absentismo escolar… En infecciones respiratorias como las bronquiolitis, bronquitis, neumonías y catarros de vías altas. También en niños con enfermedades neurológicas y neuromusculares, para favorecer el correcto desarrollo pulmonar. Y en toda enfermedad que afecte a la función respiratoria2.
En pacientes con fibrosis quística, se comienza con el tratamiento a la edad de 2-3 años, adiestrando al pequeño para aumentar la capacidad pulmonar y complicando a medida que este va creciendo, con el objetivo de brindarle una autonomía lo mas precoz posible1.
Bibliografía
Fisioterapia respiratoria: indicaciones y técnica J.A. López y P. Morant. An Pediatr Contin 2004;2(5):303-6
¿Qué es la Fisioterapia Respiratoria? FisioRespiración – Unidad de Fisioterapia Respiratoria en la Comunidad de Madrid